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| Foto: @dejajo400 |
Con información del libro Estampas y Semblanzas Trujillanas de Benigno Contreras.
En el estado Trujillo, los nombres de muchas poblaciones y ríos provienen de hermosos vocablos indígenas, principalmente de la etnia Kuika o Cuica, cuyo nombre significa "hombres" o "hermanos".
Esta etnia ocupó gran parte del territorio trujillano y sus adyacencias, dividiéndose en diversas parcialidades como los Totoses, Niquitaos, Burbusayes, Guandaes, Miquichaes, Chejendés, Caraches, Visupites, Isnotúes, Mosqueyes, Tomopores, Misoas, Esnujaques, Mucuties, Duries, Jajoes, Miquimboyes, Cajuíes, Escacoyes, Estiguates, entre otros.
A continuación, se presentan algunos de los topónimos más destacados y su significado:
Betijoque:
Origen: Según Amílcar Fonseca, proviene de "Be-tit-shnopá", que significa "donde la candela". Otros autores sugieren que deriva de "Pitijoc", traducido como "cuatro palos". Población del estado Trujillo.
Boconó:
Vendría de Jokonó; también se dice que proviene de Kombok, que traduce el río; Segunda población del estado Trujillo en cuanto a número de habitantes y un río.
Burbusay:
Proviene de Butch-ciu-sai (porque el bueno). Población, valle y río.
Carache:
De Kas-aras-chi (indio no habla); nombre de un caudillo cuicas, de una población y de un río llamado más adelante Monay.
Cheregüe:
Primitivo nombre indígena de lo que es hoy Sabana de Mendoza.
Estovacui:
Nombre indígena de la meseta donde se estableció el pueblo de San Rafael de Carvajal.
Miquimbox:
Amilcar Fonseca deduce que sería la unión de los nombres de dos ríos: Mimbox y Miquimbox, de donde saldría Miquiaminbox o Mi- quinbox.
Moca:
Nombre antiguo del valle donde está emplazada la ciudad de Trujillo.
Momboy:
De smomosh, que traduce, la espuma; también se le menciona Bomboi. Río y valle de Trujillo.
Motatán:
Nombre primitivo del territorio Cuiças. Designase así a una po- blación y un río.
Niquitao:
Planta resinosa. Nombre de lugar y de una etnia andina.
Siquisai:
Proviene de Shi-kiu-sai, que traduce: no el bueno.
Torococo:
De Ktu-kukok, que significa el carbón.
Estos topónimos no solo identifican lugares geográficos, sino que también son testigos del rico legado cultural de los pueblos indígenas que habitaron y dieron nombre a la región de Trujillo. Cada uno de estos nombres nos conecta con la historia y las tradiciones de la etnia Kuika, preservando la memoria de sus ancestros en el lenguaje y la geografía del estado.
Con información del libro Estampas y Semblanzas Trujillanas de Benigno Contreras.
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