Benoît Roncajolo Bruno, conocido en Venezuela como Benito Roncajolo, fue un personaje clave en la historia económica y social del país durante el siglo XIX. Nacido en 1818 en Génova, Italia, y criado en Córcega, Benito llegó a Venezuela junto a su esposa, Marguerite Maroni, y sus dos hijos, Jean Baptiste y Joseph André Roncajolo Maroni. Su arribo marcó el comienzo de una nueva era de desarrollo y prosperidad para la región.
Como un acaudalado empresario, Roncajolo estableció casas de comercio en Maracaibo y Marsella, organizando una flota mercante que se convirtió en un puente vital entre ambos puertos. Su visión y capacidad de liderazgo lo llevaron a construir una majestuosa residencia en Los Haticos, Maracaibo, conocida por los lugareños como el "Palacio Roncajolo". Este hogar no solo fue un símbolo de su éxito, sino también un refugio para su familia, hijos y nietos.
En 1880, Roncajolo firmó un contrato con el Ministerio de Obras Públicas para la construcción de la primera etapa del Gran Ferrocarril de La Ceiba, una obra monumental que buscaba mejorar las comunicaciones y el comercio en la región. Ocho años después, en 1888, selló otro acuerdo, esta vez con el presidente Guzmán Blanco, para extender la vía férrea desde Sabana de Mendoza hasta Valera. Estas iniciativas no solo transformaron el paisaje económico de Trujillo y sus alrededores, sino que también consolidaron a Roncajolo como un pionero del progreso en Venezuela.
Es importante destacar que Benito no fue el primer Roncajolo en pisar suelo venezolano. Su hermano, André Roncajolo Bruno, ya se encontraba establecido en el país desde 1844, viviendo en Mérida y casado con María Concepción Pacheco Orsúa. André fue cónsul de Francia en Maracaibo, un cargo que más tarde ocuparía su sobrino Joseph André Roncajolo (conocido como Andrés) como vicecónsul en la misma ciudad.
Benito Roncajolo falleció el 15 de junio de 1900 en Maracaibo, dejando un legado imborrable en la historia de Venezuela. Conocido como "el viejo Roncajolo", fue recordado por figuras destacadas de la época, como el diputado Dr. Lares Ruíz, quien expresó su deseo de que más extranjeros como él llegaran al país. Su vida y obra son un testimonio de cómo la visión, el trabajo duro y el compromiso con el desarrollo pueden dejar una marca indeleble en la historia de una nación.
Con información de Los Roncajolo En Venezuela
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