Nicolás María Espinosa: El cura guerrillero de Boconó que luchó por la educación y la liberación de su pueblo




Desde su temprana carrera como sacerdote, el Padre Espinosa sembró en la feligresía y amigos generosos de su parroquia eclesiástica de San Alejo en Boconó la idea de fundar un centro educativo integral para los hijos de los campesinos pobres de los páramos andinos. Este proyecto fue uno de sus sueños principales, y en 1950 viajó hasta Europa, a la misma sede del Provincial de la Orden de los Jesuitas en el Reino de España, para convencer a su más alto dignatario de hacer realidad su visión. Así nació la Aldea de los Muchachos, ubicada en los terrenos históricos del precioso delta del Burate y el Boconó, donde se pudo dotar a los hijos de campesinos de formación técnica para el trabajo agropecuario y la producción, y su dignificación personal.

Además de su servicio a Cristo y su labor educativa en Boconó, el Padre Espinosa impulsó colegios en la zona urbana y emprendió la educación primaria radiofónica, en línea con la experiencia exitosa del movimiento de Fe y Alegría. Sabía que la radio era una herramienta poderosa para educar y difundir conocimientos básicos a las zonas más remotas. El Padre Espinosa comprendía que la educación popular y de calidad era el instrumento necesario para dignificar y liberar a su pueblo campesino, y para ello fomentó la creación de escuelas e institutos educativos. Solo así se podría salir de la miseria, la desigualdad y la violencia rural.

Como hombre de profunda sensibilidad cristiana y ante la deplorable realidad social y política, el Padre Espinosa no podía permanecer ciego y sordo. Por ello, emprendió la concientización y organización del campesinado, creando la Liga Agraria Católica y la Casa del Campesino como espacios de encuentro, organización y progreso social en Boconó. También ejerció su derecho de opinión, fundando la Tipografía "Boconó", desde donde editaba "El Terruño" en su quinta época, un vocero reivindicativo importante del periodismo trujillano.

El Padre Espinosa era un hombre intranquilo, formado en las ideas socialcristianas y democráticas, y enfrentó la dictadura del general Pérez Jiménez. Tras la caída de éste, colaboró con la Junta Patriótica que presidió el periodista boconés Fabricio Ojeda. Sin embargo, cuando el gobierno puntofijista de Betancourt traicionó al pueblo, comenzó a enfrentarlo. Cuando Fabricio se fugó de la Cárcel Nacional de Trujillo, la persona que lo escondió en Boconó fue el Padre Espinosa. Cuando Fabricio decidió asumir la lucha armada en las montañas del Guaramacal, el Padre Espinosa también se unió al Frente Guerrillero José Antonio Páez, colaborando en la formación de la red de apoyo social y la logística de este núcleo armado junto al comandante Luben Petkoff y el científico y amigo recordado, el Dr. José Vicente Scorza.

Publicar un comentario

0 Comentarios