Foto: Venezuela, te extraño |
El Parque Turístico El Golondrino es un espacio natural ubicado a tan solo 50 minutos de la ciudad de Valera, en el estado Trujillo. Rodeado de majestuosas montañas, hermosas caídas de agua, senderos de piedra y una gran variedad de aves de colores y tamaños diversos, este lugar es una parada obligada para quienes buscan un contacto directo con la naturaleza.
El parque cuenta con una extensión de 8 hectáreas y ofrece amplios espacios para el disfrute de grandes y pequeños. Además, cuenta con bancos, caminerías y parrilleras donde los visitantes pueden preparar sus asados o un suculento sancocho. Desde el momento en que se ingresa al lugar, por las grandes puertas de madera, se establece una conexión ancestral con la naturaleza.
Para los más aventureros, El Golondrino ofrece la posibilidad de practicar deportes extremos como el rapel en las gigantescas paredes de piedra, o el canopy a través de una línea tirolesa colocada por los funcionarios de Protección Civil y Administración de Desastres del municipio Escuque.
Los senderos de piedra del parque también permiten escalar con bicicletas montañeras, caminar y relajar la vista con la majestuosidad de la naturaleza. Además, la magia del parque permite que propios y visitantes se echen un chapuzón en los pozos y cascadas de sus frías y cristalinas aguas coloradas.
La seguridad está garantizada las 24 horas, gracias a un punto de control continuo instalado por Protección Civil. Además, el parque cuenta con cavernas, hermosas cascadas naturales y permite observar a los golondrinos pasearse por los alrededores.
Pero no solo es un espacio para la aventura, El Golondrino es también un lugar de historia y cultura. Cuentan los residentes que en el parque existe evidencia histórica de la convivencia de los indios escuqueyes en las cuevas, donde se pueden observar escritos indígenas en algunas piedras.
La Cueva de El Golondrino sirvió a los antepasados aborígenes para lograr evadir las persecuciones de los hispanos y esconder todas sus creaciones artísticas y utilitarias como idolillos, pectorales, cuchillos de piedra, vasijas, quemadores de cacao, amuletos, entre otros.
El nombre de El Golondrino se debe a las aves que viven en las cuevas, las cuales sirven como dormitorio a las llamadas golondrinas o golondrinos, de un plumaje un poco más oscuro que los golondrinos corrientes. Estas aves salen en las primeras horas de la mañana a buscar su sustento y regresan al final de la tarde.
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