Briceño fue uno de los firmantes del Acta del 5 de julio de 1811 y promotor de la "Guerra a Muerte" contra los españoles en 1813. Provenía de una antigua familia trujillana y su padre, Antonio Nicolás Briceño Quintero, era conocido como "El Abogado" por ser el primero en establecer una oficina de abogados en Trujillo. La oficina de abogados de Briceño Quintero entrenó a Cristóbal Mendoza y cuatro de sus hijos, quienes también siguieron la misma profesión.
La infancia y adolescencia de Briceño transcurrieron en Mendoza, Trujillo y Mérida. Visitaba ocasionalmente Barinas, donde su padre tenía propiedades y conexiones familiares. Durante este tiempo, Briceño destacó por su habilidad para interpretar papeles en actos sacramentales, particularmente el de Lucifer. Como resultado, fue apodado "El Diablo", lo que se convertiría en su sobrenombre histórico.
Briceño estudió derecho en Mérida y Caracas, donde se graduó en derecho civil y canónico. Se convirtió en abogado en los Tribunales Reales de Santa Fe y Caracas, y se estableció en esta última ciudad, donde se casó con María de los Dolores Jérez de Aristeguieta y Aguado, una pariente mantuana de Bolívar, el 10 de enero de 1807. Tuvieron dos hijas, María Ignacia e Isabel, quienes murieron solteras.
La educación cultural de Briceño se enriqueció con el estudio del griego y latín clásicos, literatura en inglés, francés y español, así como por las ideas de los filósofos franceses que hablaban sobre los derechos humanos y los regímenes liberales. Sus convicciones políticas lo llevaron a hacer amistad con los ciudadanos de Caracas que compartían sus principios revolucionarios.
Participó en las conspiraciones de 1808 y 1810, sufrió persecución, encarcelamiento y exilio, y contribuyó a todas las actividades que siguieron al 19 de abril de 1810. Fue a Mérida y Trujillo para promover la conciencia republicana, lo que resultó en su elección al Congreso Constituyente de 1811 por Mérida.
Durante el Congreso, Briceño destacó por sus discursos. Fue uno de los firmantes de la Declaración de Independencia del 5 de julio de 1811, sirvió como secretario interino del Congreso y fue elegido miembro suplente del Ejecutivo Federal el 21 de marzo de 1812.
Recibió comisiones del gobierno republicano, las cuales cumplió lo mejor que pudo. Cuando Francisco de Miranda asumió el mando como Generalísimo en 1812, Briceño sirvió como fiscal militar y llevó a cabo su primera campaña persiguiendo a Eusebio Antoñanzas y luchando contra él en Camatagua. También sirvió como asesor legal del Consejo de Guerra celebrado en La Victoria, que aplicó las duras disposiciones del decreto penal del 16 de abril de 1812.
Después de la rendición del General Miranda, Briceño emigró a Curaçao el 31 de julio de 1812. Más tarde se trasladó a Nueva Granada con la firme intención de regresar a Venezuela y liberarla de la dominación realista, cuyos partidarios cantaban en Caracas y otras ciudades: "...Para siempre desterrado / todo traidor de Caracas, asesinado Briceño / Espejo desmembrado ..."
Según las leyes de la monarquía, los promotores de la Independencia eran considerados como reos de lesa majestad y, como tal, estaban sujetos a la pena de muerte. Como respuesta, Briceño lanzó una proclama en Cartagena de Indias el 16 de enero de 1813, en la que establecía la confiscación de los bienes de los españoles y su distribución entre aquellos que se unieran a él para liberar a Venezuela. También estableció un procedimiento de ascensos militares basado en el número de españoles que cada miembro de su ejército matara.
Después de recibir el título de coronel del gobierno de Cartagena, que ya había conquistado en Venezuela, marchó con sus fuerzas hacia la frontera venezolana. Los jefes patriotas, brigadier Simón Bolívar y coronel Manuel del Castillo, que operaban en los valles de Cúcuta, reconocieron su grado de coronel y le entregaron el mando de la caballería.
En abril de 1813, Briceño se encontraba en San Cristóbal, donde lanzó una proclama el día 7 en la que reformó el plan de Cartagena. El 9 inició la Guerra a Muerte con el fusilamiento de 2 españoles que se burlaron de sus órdenes y firmó documentos para Bolívar y Castillo con la sangre de las víctimas. En mayo, avanzó hacia Guasdualito por la montaña de San Camilo sin el apoyo de Bolívar y Castillo.
Su objetivo era reunirse en Barinas con los Briceño Angulo, sus parientes, decididos republicanos, que lo tenían como jefe de un gran movimiento para liberar a Venezuela. Sin embargo, todos fueron traicionados; los realistas fueron informados acerca de los movimientos de Briceño y lo vencieron en el camino. El triunfador en el combate del 15 de mayo de 1813 fue el realista José Yáñez.
Briceño y 12 de sus oficiales fueron capturados y juzgados en un juicio militar en Barinas. Antes, ya habían juzgado a los Briceño Angulo y a los demás patriotas que esperaban al "Diablo" para su empresa libertadora. Juan José Briceño Angulo, el más importante del grupo barinés, fue fusilado el 22 de mayo de 1813 y Antonio Nicolás el 15 de junio.
Horas antes de su ejecución, Briceño había gritado desde su celda: "Fusílenme pronto para no sufrir por más tiempo a los tiranos de la patria". También había escrito una carta a su esposa, que es un vivo testimonio de su vida consagrada a la libertad de Venezuela. M.B.P.
Con información de El Cronista De Tucutucu
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