Esta celebración anual es parte de nuestra cultura, y su origen se remonta a los tiempos de la colonia, inculcada particularmente por obispos y sacerdotes de la península hispánica y de las Islas Canarias. Fue tanta la receptividad, que se ha continuado con mucho vigor hasta el punto de que es una característica propia de la Iglesia venezolana, por la forma que se realiza, con mucha alegría y regocijo.
La palabra aguinaldo significa un “regalo u ofrenda” que se da con ocasión de la fiesta del nacimiento del Señor. Aguinaldo, también, identifica los cantos religiosos que hacen mención a la Navidad y su preparación.
Es común hablar de aguinaldos en los días previos y durante la celebración de la fiesta de Navidad. Las misas de aguinaldos o novenas es una tradición que representa los nueve meses de gestación de la Virgen, donde se recibe al niño con hermosos canticos emotivos para inundar el ambiente decembrino y alborotar el fervor en las misas madrugadoras.
Además de los famosos aguinaldos, estas misas se distinguen porque al finalizar los asistentes pueden disfrutar de desayunos y dulces típicos. Como el rico chocolate caliente para calentar el cuerpo en esas frías madrugadas, panes rellenos, empanadas, chicha y dulces para darle a los pequeños.
Fotografía de: eldiario.com
Los aguinaldos que se deberían cantar al igual como se hacía años atrás, en estos días de la novena han de manifestar que se va en camino a Belén, y que ya esta cerca el nacimiento de nuestro niño Dios.
Por ello queremos recordar algunos aguinaldos que ya son parte de la Navidad venezolana, e incluso han ido más allá de nuestras fronteras.
¡Tun Tun!, ¿quién es? Gente de paz…; Tucusito, Tucusito; Mi Burrito Sabanero, Cantemos Cantemos; Espléndida Noche, A ti te cantamos… ¡en fin! Solo por mencionar unos, como muestra de una larga lista de composiciones hechas por la creatividad musical venezolana, para acompañar la Navidad nuestra y para cantar en las misas de aguinaldos, realmente únicas en el mundo católico.
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