Este
tesoro escondido entre las montañas andinas guarda un secreto ancestral que fue
pasando de generación en generación. Las hallacas de carotas trujillanas son
parada obligatoria para propios y extraños que quieran sentir una explosión de
sabores en su paladar, con la etiqueta “hecho en los andes”.
Escrito
por David José Rojo
El
trujillano nace con magia en sus manos, desde el vientre descubre la
importancia de los sabores y cómo saber utilizarlos para lograr recetas que
terminan enamorando el paladar venezolano.
Las trujillanas
son las que mejor cocinan, es un dicho de la ciudad capital, que cobra vigencia
cuando nos damos un paso por Quebrada de Cuevas, entre los límites de la
comercial Valera y la agrícola Urdaneta.
Te invitamos
a conocer las 5 razones por las que adoramos las hallacas de caraotas hechas en
este territorio andino.
Porque es
una receta que pasa de generación en generación
Este
delicioso plato es una receta que sobrevive a los embates de la modernidad y la
comida que llega de otros lugares del mundo producto de la transculturización.
Más de 20
familias realizan esta jornada diaria para el disfrute de los propios y
extraños que pasan por este lugar.
Lo más
encantador, es que la receta nunca pierde vigencia. Abuelos, padres e hijos
saborean el mismo sabor que años atrás.
Por su
sabor característico hecho en tierras andinas
Las hallacas
de caraotas de Quebrada de Cuevas tienen un sabor que la llevan al sitial de
los mejores platos de la geografía andina.
El Guiso de
las caraotas es un secreto de Estado que no es repartido a la colectividad en
general, de ahí el éxito de las familias que trabajan con este plato de la
gastronomía trujillana.
A nosotros
nos queda disfrutar de esta delicia y ante dudas de la receta, recibir una
agradable sonrisa.
Por su
magia, una sola hallaca no saciará tus antojos
Su
característico tamaño te obliga a comerte otra con gusto. Es parte de la magia
que se oculta entre las poderosas montañas que dan la bienvenida al municipio
Urdaneta.
Algunos
incrédulos podrán asegurar que es parte de una estrategia para vender más
hallacas a los transeúntes.
Nosotros
preferimos llamarlo magia, con un toque exquisito de sabor.
Porque
son hechas con amor
El primer
bocado que recibe nuestro paladar, da la sensación que las mujeres que realizan
esta titánica faena diaria le dejan impreso el toque de amor por lo que hacen.
Es uno de
los rasgos más característicos de esta delicia andina que llega a tu estómago y
da fuerza al refrán “barriga llena, corazón contento”.
Y es que el
trujillano no duda en dar dosis de amor a todos aquellos turistas que han
olvidado el sabor de los platos con el sentir de que fueron hechos en casa.
Porque
son las mejores de Venezuela
No hay competencia
en cuanto hallacas de caraotas se refiere. Cada citadino que pisa la tierra de
paz y encanto se va con la sensación de haber probado un plato con un sabor que
no conseguirá en otro lugar.
Decenas son
los blogs que tratan el tema de la gastronomía nacional que hacen mención
especial a esta delicia trujillana.
Y no está
para más darle este atributo a uno de nuestro platos característicos, que nos
inflan el pecho y nos hacen sentir orgullosos de haber nacido en la tierra de
la Virgen de la Paz.
0 Comentarios