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También
conocida como “La serenada del niño” es una festividad que la mayoría de los
Andinos tienen como tradición, ¡recordarla! los transporta a sus años de niñez. La celebración proviene de la iglesia
católica en la que la representación del niño Jesús ya puede levantarse de su cuna.
Se celebra desde el 1 de enero, hasta el 2 de
febrero día de la fiesta de la Candelaria. En Trujillo particularmente se lleva
a cabo en el Municipio Boconó, La Mesa,
La Quebraba, La Puerta y en pequeños pueblos y comunidades como en la Parroquia
El Baño de Motatán.
Durante
la celebración el niño es levantado del pesebre y se reza un rosario en su
nombre, con él se marca el fin de la Navidad en el hogar, las más populares son las paraduras cantadas, donde se recitan versos entonados por
grupos musicales mientras se recorren las calles de la comunidad, los
feligreses acompañan este recorrido con velas y participan de los cantos.
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Y,
por supuesto, lo más esperado, al final del recorrido los Anfitriones de la
paradura, comparten con los asistentes dulces criollos autóctonos, en el caso de
las zonas de clima templados se acostumbra a repartir bizcochuelo acompañado de
licor caliente para el frío.
¿Tienes
algún anécdota de esas populares paraduras?
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